Certamen literario Sofía Esquenazi Rayek

 

Lo que quiere lo logra

Daniela Blanco vivía en Buenos Aires, fue a una academia de canto y  baile. Ella es una adolescente alegre, guapa, divertida, amigable, llena de  ilusiones, con ganas de ser una gran cantante y bailarina, sus ojos parecían dos aceitunas de tan verdes que los tenía, era muy estudiosa y dedicada . . . ¡una verdadera joya!

A Daniela le costaba trabajo tener coordinación para el baile, pero  ella siempre tuvo en mente ser la mejor bailarina y cantante. Llegó a una academia de baile y le quisieron truncar el camino, diciendo que no era buena bailarina, que se dedicara a otra cosa y salió de ahí con  sentimientos encontrados: por una parte le dolía que no creyeran en ella y por otra,  estaba segura que  no iba a parar hasta ser la mejor ¡hasta conseguir lo que se había propuesto!

Incansablemente buscó una academia donde creyeran en ella, hasta que encontró una en la que le dieron muchas clases y como ella sabía que le costaba trabajo, llegaba a su casa a ensayar una y  otra vez todo, durante largas horas.

Un día, llegó a la academia un buscador de talentos, quería a alguien especial para un teatro de Nueva York. Daniela lo supo y se dedicó a ensayar días enteros, se exigía el máximo esfuerzo,  hasta que quedó conforme con su rutina, había perfeccionado y detallado todos los movimientos, sabía que había alcanzado la excelencia.

Una fría tarde de lluvia llegó el momento de la presentación,  sin saber que en la prueba también estaría un gran productor de teatro de Broadway, Daniela  escuchó lo que le hizo palpitar el corazón: “¡tercera llamada!”, las luces se apagaron,  Daniela estaba tan nerviosa que sentía que le hervía la sangre, salió al baño a echarse agua fría en la cara, y así, con todos sus nervios, salió al escenario para conquistar a esos dos hombres.

Iba tan concentrada en la rutina que al dar el último paso hacia el foro, no vio el escalón y  cayó… cayó sin poder sostenerse ante todo el público, en su caída lo único que pensó fue – ¡este no será  mi fin, tengo mucho qué demostrar! Tragándose el orgullo y aguantando el dolor que le había provocado la caída, se incorporó dando todo para lucirse en el  escenario… salió a brillar como siempre quiso, como toda una estrella.

El productor que estaba ahí se volvió loco al verla: la rutina, su soltura y delicadeza ¡todo se conjugaba en arte puro! sobre todo por la fortaleza y entrega de Daniela y así fue como él la buscó y le  propuso llevársela a Broadway. Daniela quedó impactada, realmente el casting era para el buscador de talentos de Nueva York, pero no podía dejar pasar la oportunidad que tanto ansiaba y por la que tanto había sacrificado, entonces, sin pensarlo  contestó que sí con los ojos llenos de lágrimas de felicidad.

Afortunadamente la caída que sufrió solo dejó golpes sin importancia en el cuerpo de Daniela, de ahí en adelante y ya en Broadway, se dedicó en cuerpo y alma a su pasión, fueron muchos meses de ensayos llenos de caídas; moretones, llantos, risas, desvelos y dietas . . . pero todo valía la pena. Cuando llegó el gran día del debut como primera bailarina, se abrió el telón y Daniela pudo tocar su sueño más preciado: ¡el éxito rotundo!.

Obras musicales, óperas y conciertos . . . han pasado los años y hasta la fecha Daniela goza de una gloriosa reputación: es una excelente actriz, cantante, maestra y lo más importante, aunado a su trabajo pudo formar una increíble familia llena de amor, inculcando siempre a sus hijos, que lo más importante es  luchar por lo que uno desea.

FIN