Discurso Jessica Buzali Alfille

Queridos padres, directivos, maestros, y sobre todo, hermanos:

Ahora si llego la hora, el momento que tanto estábamos esperando, pero que al mismo tiempo tanto miedo nos daba.
Después de hoy, ya no vamos a volver a caminar por estos pasillos con el uniforme puesto, no vamos a volver a correr para llegar a la clase de Camacho, ni a sentarnos a platicar con Ross en su escritorio. Después de hoy, no vamos a volver a subir con la tutora a pedirle mil permisos en un día, o a pelearnos con Antonio para que no nos ponga volada de clase. Porque simplemente, no vamos a regresar a estas clases.
Después de hoy, lo próximo que tronemos, ya no va a ser una bolsa de agua en el patio, va a ser una burbuja, hoy salimos a la realidad.


No puedo decirles más,  exploten todo el potencial que cada uno tiene adentro, pongan el corazón en todo lo que hagan, sueñen en grande, luchen por sus metas hasta alcanzarlas, sean perseverantes, aprovechen todas las oportunidades que la vida les ponga en el camino. Tomen riesgos, comentan errores, y aprendamos de las lecciones. Nunca pierdan la chispa que nos caracteriza, ni las ganas de conquistar al mundo, pueden lograr maravillas. Que nadie nos diga lo contrario.


Aunque hoy cada quien tome un camino diferente, quiero que sepan que de cada uno me llevo algo, gracias por convertirse en mi familia, por cada risa, cada lagrima, cada pelea, y cada experiencia que con ustedes fueron las mejores, no pude haber pedido mejores compañeros para esta etapa de mi vida, les deseo que siempre sean los más exitosos en todo, y que den pasos tan grandes como las personas que son.

 

Monte, creo que no tengo las palabras necesarias para describir en lo que este pequeño lugar se convirtió en mi vida, porque para ser exacta, se convirtió EN MI VIDA.


No podría estar más agradecida con todas y cada una de las personas con las que me cruce en este largo camino; gracias por cada enseñanza, cada aprendizaje, cada lección, gracias Monte, porque hace 5 años entre a una generación de puros desconocidos, y hoy me voy con una familia de 83 hermanos. Me dejas más de lo que te imaginas, me dejas un legado, y no podría irme con la camiseta más puesta que hoy.
No sé si yo te deje algo.

Pero quédate tranquila, en mí, se queda una marca para toda la vida, me quedo con una gran familia, y un gran orgullo de poder pertenecer a ella.
“Si alguna vez fuiste parte del Colegio Hebreo Monte Sinaí, serás parte de él toda tu vida”.