Discurso Debby Cohen Cheja

Queridos directores, miembros del patronato, maestros, padres de familia y personas que nos acompañan en este gran día.

Considero que en la vida siempre es muy importante agradecer;  por lo que le agradezco  a las personas que han estado siempre presentes, aconsejándonos, ayudándonos, motivándonos para ser mejores personas y sobretodo acompañándonos día con día  para poder hacer esto posible, a esas personas a las que les llamamos  mamá y papá gracias por todo.

Agradezco  a los profesores y directores por todos los conocimientos que nos brindaron, por la ayuda y sobre todo  más que conocimientos académicos gracias por enseñarnos a ser parte de este mundo que gira sin parar.

A los protagonistas de esta historia; a mi querida generación a mis amigos a los que se convirtieron en la familia que decidimos elegir no tengo palabras para agradecerles todos los momentos juntos, por ayudar sin importar la circunstancia, por hacerme reír, por cada cosa que cada uno de ustedes me enseño, por el cariño, el relajo, realmente  los voy a extrañar y los quiero mucho.

Decir adiós no es algo fácil y menos a tu segunda casa donde has vivido momentos inolvidables, en este lugar hemos aprendido, jugado,  nos hemos caído y levantado  y  jamás pensé que llegaría este momento ya que lo veía muy lejano, momento crucial de nuestra vida en  donde decimos adiós pero quiero aclarar que no es un adiós sino un hasta pronto.

Querida Monte ser parte de ti es algo único, es pertenecer a un lugar en donde las paredes, los salones, el auditorio, el patio y un sinfín de lugares que cobran vida han sido parte de nuestro crecimiento, nos han observado minuto a minuto;  todas esas vivencias se quedan tatuadas no solo en la Monte sino en el corazón de cada uno de nosotros, es algo que lo llevamos en la sangre y siempre voy a estar orgullosa de mi querida escuela y voy a tener la camiseta más puesta que nunca, hoy entiendo la famosa frase “ Si fuiste parte de la Monte , lo serás toda la vida”.

Todavía no me voy y ya te extraño, nunca pensé que así como llore al cruzar la puerta el primer día de clases porque mis padres me dejaron, ahora cruzo la puerta para irme de la misma forma, con lágrimas en los ojos porque no te quiero dejar.

Gracias MONTE!!!!

Los quiero y los voy a extrañar.